Los Bills de Buffalo fueron el domingo a Detroit y le endilgaron casi cincuenta puntos a uno de los aspirantes de la Nacional para estar en el Super Bowl. Los Leones vieron rota una racha de once triunfos y ahora son uno de tres equipos en la NFC con récord de 12-2
En las tres semanas restantes, Leones, los Vikingos de Minnesota a quienes encaran el 5 de enero para cerrar el rol, así como las Águilas de Filadelfia disputarán el primer sitio de la siembra. A eso, súmele que Detroit se ha una lesión de hombro hace ‘cuestionable’ al runningback David Montgomery y aún deben vistar San Francisco y Chicago.
Pero basta, el espacio de trata de esos Bills que ya le han ganado, además de los Leones, a los Jefes de Kansas City, un equipo que hasta cuando juega mal tiene posibilidades de ganar.
En enero de este año parecía el escenario listo en esa ronda divisional. Finalmente tendrían a los Jefes en postemporada en Orchard Park. Pero Patrick Mahomes, Travis Kelce, Andy Reid y hasta Taylor Swift (ok, me pasé de galleta) sacaron de Buffalo una victoria de 27-24 en la tercera ocasión que la campaña de los Bills acaba a manos de los Jefes desde 2021
Este año, a como pinta el panorama, los playoffs de la AFC pasarán sí o sí por el estadio Arrowhead hay llevar los Jefes delantera de dos juegos sobre los Bills en la carrera por el número uno de la Conferencia, un empate se lo daría a Buffalo pero se ve lejos.
Desde el domingo se menciona que Mahomes tiene una lesión en la parte alta del tobillo. Los Jefes lo ocupan para medirse el domingo. Pero no hagan que me desvíe del tema. La cosa es ¿pueden, ahora sí, los Bills deshacerse de los Jefes en postemporada?
Mucho aplaudir pero la defensiva de Buffalo no es de presumírsela al jefe. Llevan tres juegos con al menos 35 puntos permitidos. Más de cuarenta en los dos partidos recientes. Medirse dos veces a los Patriotas y otra a los Jets en el fin del rol regular no parece complicado así que debe dar oportunidad de ajustar tuercas…si se puede, a Sean McDermott.
En el deporte…y creo que en esta vida nuestra, las oportunidades pasan. El quarterback Josh Allen ya cumple siete años en la NFL que se han ido como vil agua y un mariscal de campo franquicia no se halla abajo de un puente o como hemos visto, no siempre están en las altas selecciones del Draft.
Se pasaron
Una campaña de dos mil 497 yardas por tierra de Ashton Jeanty, de Boise State, no le alcanzó para llevarse el trofeo Heisman. El comité elector se dejó llevar por el ‘hype’ (la moda, por así llamarle en idioma de rucos) y se lo dio al defensive back-receptor abierto de Colorado, Travis Hunter.
Se lo pongo así, sólo un tal Barry Sanders, en 1988, con los Vaqueros de Oklahoma State, supera esos números de Jeanty en la historia del futbol americano colegial. O sea… no la shiflen que es cantada.
¿Quiere otra? hace 19 años, en 2005, Reggie Bush, de USC, se llevó el Heisman con mil 740 yardas. Mil doscientes siete yardas menos… como se suele decir por ahí ‘hágame el refabrón cabor’ Pero claro, no es lo mismo Los Ángeles y Hollywood que el lejano Boise, Idaho.
Así como en el caso de Hunter, quien es un excelente jugador sin dudas, pero tiene a Deion Sanders como entrenador en jefe y cada juego de locales a alguna luminaria ya sea del deporte o la música de visita en Boulder. Muchas gracias
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René Cárdenas Andrade ha sido reportero-editor desde 1991






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