hale
Los Diamondbacks tratan de recuperar terreno en el Oeste de la Nacional.

 

*TOMADO DE EL DIARIO DE SONORA

René Cárdenas Andrade

Por lo que leo en blogs y otros medios estadounidenses, no es sólo una figuración mía. Somos varios los que creemos que Tony LaRussa tiene, entre sus varias obligaciones en los Diamondbacks de Arizona, la de educar al mánager Chip Hale.

Nada descabellado si el maestro se trata de alguien que ha ganado tres veces la serie mundial y que suma dos mil 728 juegos ganados como mánager en 33 años como timonel en las Mayores. Eso sin mencionar que es miembro del Salón de la Fama de Cooperstown.

Luego de la limpia sufrida en casa de los Piratas de Pittsburgh a mediados de la semana, LaRussa y Hale le dieron al roster una sacudida y mandaron a la lista de lesionados a los derechos Shelby Miller y su promedio de limpias admitidas que parece su código postal (7.09) y al venezolano Rubby de la Rosa (4.15)

Enviaron a sucursales a Andrew Chafin (el que atrapó la primera bola lanzada por la gobernadora Claudia Pavlovich), a Evan Marshall y reactivaron de la famosa lista de incapacitados a Josh Collmenter… todos sabemos que esa lista en ocasiones es sólo una manera de enviar a un pelotero a que se despabile.

mARCADOR

La presión sobre LaRussa quizá sea mayor que la que existe con Hale y la premura por empezar a ganar está a la alza. Fue él quien le soltó los millones a Zack Greinke y al mencionado Miller. Hay que recordar que para tener a Miller y su marca de 1-6 hasta el momento, envió a Atlanta no sólo al jardinero Ender Inciarte, también puso en el trato a la primera selección colegial global del Draft del 2015, Dansby Swanson, campocorto egresado de Vanderbilt, un precio que hasta ahora ha sido más caro que comprar como bueno, un carro desbielado.

 

Llegó, lanzó y se fue…

A fin de cuentas, fue una salida de siete outs la que tuvo el zurdo sinaloense Julio César Urías en su presentación en las Grandes Ligas la tarde del viernes en Nueva York.

Meterle lupa, hacer análisis, sonarle duro por ese primer episodio de tres carreras que tuvo, es simplemente jalarse las greñas porque alguien dejó al ropa sucia en el baño.

Urías hasta se dio el lujo de embasarse en una jugada de selección… para serle franco, yo le habría dado infieldhit.

A fin de cuentas, el jovenazo de Culiacán acudió a Grandes Ligas a cubrir una salida. Y si usted es de los que le pareció bajito de estatura, permítame le diré que su registro es de 1.88 de estatura y 97.5 kilogramos, no es un enano ni muchisimo menos. Muchas gracias.

Comentarios: renec@eldiariodesonora.com.mxultimodown@gmail.com

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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