*TOMADO DE EL DIARIO DE SONORA

René Cárdenas Andrade

Los Diamondbacks de Arizona abrieron la chequera, Zack Greinke, la fruta más apetitosa de la agencia libre, así como el también derecho Shelby Miller se unieron al equipo y de repente son contendientes en el Oeste de la Liga Nacional… pero hubo respuesta.

El lunes los Gigantes de San Francisco dieron muestra de que tres títulos en seis campañas no les son suficientes a una afición que ya se ha acostumbrado a las victorias y juegos en octubre. Si Greinke era el número uno, el dominicano Johnny Cueto quizá era el segundo.

El derecho de las trenzas, clave para que los Reales de Kansas City se alzaran con su segundo título de serie mundial, se unió a una rotación que ya cuenta con Madison Bumgarner, así como otro recién llegado, Jeff Samardzija, a quien los Gigantes firmaron la semana pasada.

Y de golpe y porrazo, el pitcheo de los Dodgers, otrora temible, se mira endeble y con el zurdo Clayton Kershaw con única arma de respeto enorme. No lo dude, que los Dodgers liguen alguien que llene el hueco que deja Greinke, el fin de semana pasado sonaba una puja por el derecho cubano José Fernández, aunque los Marlins de Miami juran por lo más preciado que no van a soltar al derecho, ni por todos los jonrones del mundo… como dijo Stevie Wonder, ya veremos.

Para atrás a Rose

Yo la verdad ya no sé si las Grandes Ligas, con todos sus defectos, se creen puros y castos. El lunes el nuevo comisionado Rob Manfred le dio para atrás a la solicitud de Pete Rose de ser elegible para el Salón de la Fama, con lo que el ‘Pistón Pete’ va cumplir, en 2016, 27 años sancionado.

El hombre con más hits en la historia del beisbol de Ligas Mayores (cuatro mil 256) cumple una sentencia que ni delincuentes de a de veras han pasado. Quite usted a un asesino, secuestrador y muy probablemente no va hallar un sentenciado a tanto tiempo en reclusión.

Se lo comentaba en una columna hace meses, Buck Weaver, uno de los involucrados en el escándalo de los ‘Medias Negras de 1919’, que vendieron aquella serie mundial ante los Rojos de Cincinnati, a los apostadores, murió en 1956 luego de ser sancionado de por vida en 1920 por aquél incidente, aún y cuando un juez lo había dictado inocente a él y a ocho compañeros de equipo, entre ellos Joe ‘Shoeless’ Jackson. Hasta el último día de su vida, Weaver clamó su inocencia y exhibía su promedio de .324 en aquél clásico de octubre como evidencia.

Bud Selig no lo reinstaló ni con ruegos de periodistas de Chicago y la familia del mismo Weaver, una sobrina se le apareció en 2003 al entonces comisionado para el mismo fin y ‘nanay’, ¿cuánto tendrá que esperar Rose? Cumplirá 75 años en abril que viene. Muchas gracias.

Comentarios: renec@eldiariodesonora.com ultimodown@gmail.com