*TOMADO DE EL DIARIO DE SONORA

René Cárdenas Andrade

De repente un equipo guarda y guarda y guarda, hasta que sienten que la plantilla joven con la que cuentan requiere de una inversión fuerte. Es exactamente lo que pasó con los Diamondbacks de Arizona.

Ayer en la tarde fue la bomba en los medios, Arizona se llevó al lanzador más codiciado de la agencia libre… sí, creo que lo era por encima de David Price. Zack Greinke es parte del equipo de Phoenix en contrato de seis campañas y la nada despreciable cifra de 206 millones de dólares… a los 32 años de edad.
Greinke y su agente, Scott Boras, aguardaron a que Price firmara gracias a su 1.66 de limpias admitidas, Los Diamondbacks le darán al derecho 59 millones de dólares más que los que le ofrecían los Dodgers de Los Angeles que, por segunda campaña seguida, pierden jugadores multimillonetas, como pasó en 2014 con Hanley Ramírez.
Desde ya, Greinke es la figura del equipo que dirige Chip Hale y que por cierto el jueves presentaron ocho diferentes uniformes para la siguiente temporada de las Grandes Ligas, la pregunta buena puede ser ¿quién es el segundo?
El derecho melenudo sonaba también para ser parte de los arcirrivales de los Dodgers, los Gigantes de San Francisco, que tratan de rearmar su cuerpo de lanzadores ante lo que parece que ha sido el fin de los mejores momentos de Matt Cain y Tim Lincecum, este último desde hace rato ya parece que ha perdido su magia.

Barrida y esperanza
Los Naranjeros de Hermosillo pasaban ayer por su mejor momento de la campaña de la LMP. El equipo de Lorenzo Bundy limpió en casa a los Cañeros de Los Mochis para que, por primera vez en la campaña tuvieran marca ganadora en un standing… aunque no se alborote mucho, su récord total antes de jugar anoche contra los Yaquis de Ciudad Obregón su marca total es de 17 ganador y 29 perdidos… y veo pelón que en algún momento de la campaña vayan a tener marca ganadora total.
Pero como ya se sabe, el sistema en la LMP es bastante benéfico cuando se trata de repartir boletos a la postemporada y una vez ahí, en una frase más trillada que las visitas a los lanzadores al montículo, puede pasar cualquier cosa.
Por cierto que el cambio que sacudió a media semana fue el que envió al antesalista Agustín Murillo a los Charros de Jalisco a cambio del jardinero Leo Heras. Lo que me llama la atención es que, ¿si Murillo no se arregló con los Yaquis cómo es que no le dieron el mismo trato que al lanzador Luis Ignacio Ayala? Muchas gracias.
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