*TOMADO DE EL DIARIO DE SONORA

René Cárdenas Andrade

El equipo de Benjamín Gil arrancó con dos victorias la Serie del Caribe y de inemdiató se coló a una de las semifinales del torneo en el que el representativo de la LMP busca el tricampeonato.

Lo que no me tiene así como que con ganas de tirar confeti, es el hecho que todo parece indicar que los Tomateros de Culiacán abrieron la competencia contra los dos conjuntos más débiles de la competencia. Los Vegueros de Pinar del Río y los Cangrejeros de Santurce.

Ayer hubo descanso y la tarde de este jueves se medirán a los Gigantes de Cibao, que el miércoles comprometieron su situación con una derrota ante los Caribes de Anzoátegui, equipo que creo que con este triunfo, creo que se colocan como sólidos favoritos para ser campeones.

Culiacán podría jugar digamos que con menos presión sus dos partidos finales. Pero creo que nada les agradaría más que evitar a Venezuela o Dominicana en semifinales. Claro, primero hay que vencerlos en el rol regular. Pero la idea de medirse a Puerto Rico o Cuba, creo que no les desagrada.

Lo que debe hacer pensar a Gil es el hecho de que si bien su pitcheo ha sido fulminante (de nuevo, contra dos débiles), los bats no han tronado como él quisiera. Tomateros lleva cinco carreras en dos choques, no es nada para presumirle al suegro.

El choque de este día contra el siempre aguerrido rival dominicano, debe servir para conocer el real nivel que trae el equipo de la LMP y esclarecer si en verdad el tricampeonato es posible.

¿Ya vio que en ningún momento del texto dije ‘México’? ¿porqué? Fácil, para mi, ninguno de esos equipo, aún Pinar del Río que casi es una selección, representa a sus países. La Serie del Caribe no es una competencia de selecciones, sino de clubs reforzados. Eso de usar uniformes con el nombre del país donde juegan no es otra cosa más que una manera de embolsarse billetes debido a los patrocinios.

¿La pura fama?

A la hora de tundir teclas, Cuba y Puerto Rico estaban agarrados en un duelazo, empate a dos a la altura de la octava entrada y los Vegueros de Pinar del Río con un choque que olía a extrainnings.

Pero a mi no me cabe duda, a la hora de que los de la Isla se miden a profesionales hechos, derechos y enderezados, las cosas cambian. No es lo mismo vencer a Estados Unidos con jugadores colegiales, a Nicaragua, a Panamá o a equipos con jugadores más cercanos a ser amateurs que otra cosa, que batallar contra los ‘pros’

Los dos recientes CMB las cosas no han salido para los cubanos, al grado de que hace dos años, Holanda, un equipo con jugadores de las islas caribeñas principalmente, les ganó dos veces.

Gurriel, Cepeda y el polémico Despaigne nomás no aparecen a la hora de enfrentar lanzadores de mayor calibre. Aúne stán a tioempo de callarme la boca, pero antes de jugar ayer, en su regreso a series del caribe, su marca era de 1-5. Muchas gracias.

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