*TOMADO DE EL DIARIO DE SONORA

René Cárdenas Andrade

La serie divisional de la Liga Nacional, entre Cardenales de San Luis y Dodgers de Los Angeles, será la quinta vez en la que ambos equipos se verán las caras en postemporada. Tres de las cuatro anteriores han sido ganadas por los de Missouri…. Entre ellas claro, la serie de campeonato de la Nacional del año pasado.

Para mí es un hecho, el mejor lanzador de las Mayores está en la rotación de los Dodgers y es el zurdo Clayton Kershaw, la mala noticia es que no puede subirse a la loma los cinco juegos, pero no me extrañaría que la serie se alarga a su máximo, Kershaw vea acción al menos en tres partidos… no lo descarte como relevo.

En 2013 el timonel Don Mattingly fue criticado cuando mandó a Kershaw en aquél cuarto juego contra los Bravos de Atlanta cuando los Dodgers estaban adelante en la serie 2-1 y los Bravos trataban de regresar la contienda a su estadio… justamente eso era lo que Mattingly buscaba evitar.

Al final le salieron las cosas con un rally coronado por el dominicano José Uribe, quien se voló la barda en la octava entrada y ‘sanseacabó’ a campaña de los Bravos.

Pero si le hubieran dado a Kershaw a elegir cuál rival le agradaba más para esta etapa, quizá el último equipo que hubiera elegido, son los Cardenales. El zurdo ganador de 21 juegos y que es casi seguro de ligar su tercer Cy Young de la Nacional, ha abierto catorce veces en su carrera contra San Luis.

Su marca es de 5-5, con porcentaje de limpias admitidas de 3.43, muy lejos de 1.77, al que hay que meterle lupa ara verlo,  a nivel general. Aún con esos números, Mattingly no puede darse el lujo de no ir con su mejor arma al primer partido.

Ahora, si  rival de loma no es un flan ni nada que se le parezca. Si Kershaw presume 21 triunfos, Adam Wainwright ganó veinte a cambio de seis derrotas más que las de Clayton, nueve.. Pero de que los Dodgers tienen material para plantarle un carro de leña, eso nadie lo duda.

Sin garras

El tiempo de los Tigres de Detroit parece agotarse, al menos ayer el reloj del fin de la generación dio otro paso hacia delante.

Max Scherzer aguantó cinco carreras en pasaditos siete episodios, pero la famosa artillería de Detroit nomás no apareció… o bueno, si gusta, apareció de manera esporádica.

Es cierto que dieron tres palos a la calle. Pero dejaron once corredores en los senderos. Nada más el veterano Torii Hunter dejó ‘olvidados’ a tres compañeros.

Los relevos, para darse un tiro en la sien. Entre Joba Chamberlain, Joakim Soria y Phil Coke toleraron siete carreras, cuatro de ellas del mexicano.

Para cuando el terrenal se disipó los Orioles de Baltimore ya estaban adelante en la SDLA y hoy podrían sacar delantera de 2-0 si pueden hacerle a Justin Verlander, lo mismo que a Scherzer. Muchas gracias.

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